Buenas noches amigas y amigos,
Hemos celebrado juntos una eucaristía muy especial, una eucaristía en la que hemos vuelto a un lugar, que tiene para todos nosotros un rincón destacado en nuestro interior.
El agradecimiento más profundo que podemos hacer a nuestras familias, es habernos facilitado el acceso a las herramientas necesarias para la vida y muchas de esas herramientas que cada uno tiene y maneja, en nuestro
caso, son de la marca de los Padres Blancos.
En este colegio nos enseñaron muchas matemáticas, mucha literatura, mucho deporte, mucho teatro, pero la enseñanza más importante que nos llevamos cada uno de nosotros en nuestro interior, es la de haber crecido en un espíritu común, la de haber sido educados dentro de una gran familia, cuyo vínculo no es de sangre pero que desde donde quiera que cada uno haya elegido vivir, nos une con fortaleza, con cariño, con respeto, es la gran familia de los Sagrados Corazones.
El agradecimiento lo sentimos cada vez que encontramos en algún lugar de este mundo, a una compañera o un compañero y sentimos la cercanía de una base común, una predisposición positiva al encuentro y a la solidaridad.
Sobran muchas palabras cuando sabemos que con quien estamos hablando ha compartido su paso por el Cole, ya no tenemos que explicar mucho más, porque en realidad se comparte algo importante, unas raíces, que nos facilitan el espacio común, que tiende puentes entre las personas, que nos marca y nos configura.
Por unas horas, hoy volvemos a hacer presente sentimientos y recuerdos, cargados en nuestras mochilas desde la infancia y que nos acompañan en nuestro caminar por la vida. Hoy esos niños y niñas nos volvemos a encontrar, aquí, donde empezó todo, dónde iniciamos nuestra peregrinación por la existencia y dónde volvemos la vista a atrás en muchas ocasiones para entender quién somos en la actualidad y porqué actuamos de una manera o de otra. Porque en realidad no somos tan distintos, hemos pulido esos diamantes en bruto por fuera y cada uno le ha ido dando un aspecto particular influenciado por los avatares de nuestro recorrido, pero nuestro interior sigue siendo el mismo y esa es la gracia del día de hoy, atrevernos a mirar nuestra vida, nuestra realidad, con nuestro corazón de antaño, dejarnos llevar por la pureza de los pensamientos y sentimientos que nacieron hace muchos años pero que
cada cierto tiempo es bueno rememorar, redescubrir, para mantener nuestra esencia, nuestro yo genuino, y que gracias al Cole nosotros compartimos un pedacito importante de ese espacio íntimo y personal.
Gracias Padre por regalarnos la fe para poder mirarnos con otros ojos, gracias Padre por invitarnos a la vida, esa gran oportunidad, gracias Padre por ofrecernos las manos de muchas personas con las que poder compartir el camino, gracias Padre por regalarnos este Colegio para poder decir yo soy de los Padres Blancos.
Gracias
Juan Brajones
VIERNES, 2 DE JUNIO DE 2017. 19.30 HORAS. PARROQUIA DE LOS SAGRADOS CORAZONES, DE SEVILLA.
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¡ GRACIAS ! Por haber podido acompañar este momento.